viernes, 8 de marzo de 2013

Día de la Mujer; en el laberinto del consumismo.


Día de la Mujer; en el laberinto del consumismo.
La mayoría de los países se han convertido en una sociedad consumista, donde en cuanto más se tiene, más se quiere tener. Esta actitud más evidente en los jóvenes y en las mujeres de cualquier edad y clases, quienes se han convertido en el sujeto y objeto de la producción de casi de todos los rubros, principalmente de calzados y vestidos, que ha ido creando en ellas más y más necesidades, envolviéndolas en un ciclo perverso: comprar, usar, botar, comprar…
Las grandes empresas han conseguido incidir profundamente en el gusto de las mujeres, teniéndolas presentes desde el diseño hasta mercadeo de los productos, tanto así que la línea divisoria entre ellas y las cosas se hace invisible. ¿Quien es que? ¿Es mujer o es producto?.
Eso es cierto incluso en la industria de la salud, donde se imponen modas Ej tipos y tamaños de los senos, rostros y cuerpos perfectos, cuestión posible porque la mujer es vulnerable e indefensa ante el bombardeo constante por todos los medios y la industria de la cultura: cine, radio, prensa, TV y la música, difusores de los hábitos del consumo de las transnacionales, como también ante las presiones sociales de su entorno o del status que añora alcanzar.
Son frecuentes los casos donde las aspiraciones de algunas están desfasadas de sus posibilidades reales, llevándolas a frustraciones y hasta a disfunciones psíquicas. ¿Como entender a mujeres jóvenes de las clases bajas, cuya aspiración de vida sea lucir unos senos plásticos o unos labios tipo botox?
Todos, unos mas y otros menos, somos consumistas, que respondemos visceralmente a la publicidad, a las marcas y la moda, siempre dispuesto a celebrar, porque buscamos pretexto para comprar, de esta manera los feriados se han convertido en días consumistas por excelencia.
Las mujeres, en poco menos de un siglo, han avanzado en la conquista de substanciales reivindicaciones sociales y políticas, asumiendo roles y hasta la conducción de países, pero la mayoría siguen atrampadas en el laberinto del consumismo y lo que dicte el mercado, cuestión preocupante si se apela al retrato del consumista: “inmaduro, incapaz de elegir libremente y esclavo de unos hábitos que lo ha convertido en un juguete manipulado por intereses espurios y por un sistema que destruye el ser y refuerza las ansias tener en los humanos”.
Que bueno seria tener un día de la mujer libre de consumismo.