Día de la Mujer; en el laberinto del consumismo.
La mayoría
de los países se han convertido en una sociedad consumista, donde en cuanto más
se tiene, más se quiere tener. Esta actitud más evidente en los jóvenes y en las
mujeres de cualquier edad y clases, quienes se han convertido en el sujeto y
objeto de la producción de casi de todos los rubros, principalmente de calzados
y vestidos, que ha ido creando en ellas más y más necesidades, envolviéndolas en
un ciclo perverso: comprar, usar, botar, comprar…
Las grandes
empresas han conseguido incidir profundamente en el gusto de las mujeres, teniéndolas
presentes desde el diseño hasta mercadeo de los productos, tanto así que la
línea divisoria entre ellas y las cosas se hace invisible. ¿Quien es que? ¿Es
mujer o es producto?.
Eso es cierto
incluso en la industria de la salud, donde se imponen modas Ej tipos y tamaños
de los senos, rostros y cuerpos perfectos, cuestión posible porque la mujer es vulnerable
e indefensa ante el bombardeo constante por todos los medios y la industria de
la cultura: cine, radio, prensa, TV y la música, difusores de los hábitos del
consumo de las transnacionales, como también ante las presiones sociales de su
entorno o del status que añora alcanzar.
Son
frecuentes los casos donde las aspiraciones de algunas están desfasadas de sus
posibilidades reales, llevándolas a frustraciones y hasta a disfunciones psíquicas.
¿Como entender a mujeres jóvenes de las clases bajas, cuya aspiración de vida sea
lucir unos senos plásticos o unos labios tipo botox?
Todos, unos
mas y otros menos, somos consumistas, que respondemos visceralmente a la
publicidad, a las marcas y la moda, siempre dispuesto a celebrar, porque buscamos
pretexto para comprar, de esta manera los feriados se han convertido en días consumistas
por excelencia.
Las mujeres,
en poco menos de un siglo, han avanzado en la conquista de substanciales reivindicaciones
sociales y políticas, asumiendo roles y hasta la conducción de países, pero la
mayoría siguen atrampadas en el laberinto del consumismo y lo que dicte el
mercado, cuestión preocupante si se apela al retrato del consumista: “inmaduro,
incapaz de elegir libremente y esclavo de unos hábitos que lo ha convertido en
un juguete manipulado por intereses espurios y por un sistema que destruye el ser
y refuerza las ansias tener en los humanos”.
Que bueno seria tener un día de la mujer libre de consumismo.